domingo, 4 de marzo de 2012

Intenté que esto fuera para siempre, pero tu no me dejaste.

No creo que los sentimientos sean más reales si se hacen públicos, porque no necesito que la gente sepa que soy feliz para serlo, no creo en nada que sea superior a nadie, no creo en la vida más allá de la muerte, ni en el destino. Creo en ti, creo en mí, creo en las cosas que merecen la pena, en la música, en el poder reconfortante de un café caliente un lunes por la mañana, el placer de revolcarse en las sábanas... creo en el futuro, en el presente, pero no en el pasado. Creo que al final quedarán las sensaciones y los actos, no las palabras. Y que entonces lo único que importará será tener todo en orden en la conciencia, y la certeza de que has sido feliz, o por lo menos te has dejado la piel en intentarlo.